El cáncer de páncreas es uno de los más desafiantes, con una tasa de supervivencia del 13 % a cinco años, siendo menos alentador que otros cánceres como el de esófago (22 %) y el de pulmón (25 %), según datos recientes de Estados Unidos. Después de la cirugía, el riesgo de que vuelva el cáncer es alto y las opciones de tratamiento son limitadas.
"Los pacientes que han pasado por cirugía por cáncer de páncreas aún enfrentan el riesgo de que regrese la enfermedad, incluso después de recibir quimioterapia. Esto es especialmente preocupante para aquellos con ADN tumoral circulante (ctDNA), ya que tienen un alto riesgo de recurrencia. Desafortunadamente, cuando el cáncer reaparece, ya no es curable", explica Shubham Pant, oncólogo del MD Anderson Cancer Center en Houston (Texas, Estados Unidos).
Una vacuna innovadora
La vacuna, llamada ELI-002 2P, tiene tres componentes. Dos de ellos están diseñados para atacar péptidos que reproducen mutaciones específicas en la proteína KRAS (G12D y G12R), mientras que el tercero actúa como adyuvante. Estos componentes están unidos a lípidos que facilitan su llegada a los ganglios linfáticos, donde las células inmunes los capturan y activan una respuesta contra las células cancerosas.
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La vacuna se administró a 25 pacientes (20 con cáncer de páncreas, cinco con cáncer colorrectal), con diferentes dosis del adyuvante. Fueron seis inyecciones durante ocho semanas, seguidas de cuatro inyecciones adicionales después de una pausa de tres semanas. Los pacientes fueron seguidos durante dos años después de la primera inyección.
Resultados prometedores
El análisis de biomarcadores tumorales mostró una reducción en el 84% de los participantes, siendo significativa en más del 30% de ellos y alcanzando el 50% en algunos casos. Se logró la desaparición completa de los biomarcadores en seis pacientes (24 %), incluyendo marcadores como el ctDNA y el antígeno tumoral CA19-9. Entre aquellos con la mejor respuesta a la vacuna, todos vieron reducciones en los niveles de biomarcadores tumorales y casi la mitad tuvo una desaparición completa. Además, los pacientes con la mejor respuesta no experimentaron recurrencia durante el período de seguimiento.
La vacuna fue bien tolerada, con efectos secundarios leves como fatiga, reacciones en el sitio de inyección y dolores musculares en algunos pacientes. Ningún paciente abandonó el estudio debido a efectos graves del tratamiento.
Basándose en estos resultados alentadores, se planea iniciar un estudio más amplio con 156 pacientes para seguir evaluando la efectividad de la vacuna en cáncer de páncreas y colorrectal. Esta próxima fase incluirá más mutaciones de KRAS, lo que ampliará el número de pacientes que podrán beneficiarse de este tratamiento innovador.
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