La isla cuenta con el personal calificado para lograr ser un centro de manufactura farmacéutica
Puerto Rico, conocido históricamente como el "botiquín de Estados Unidos", posee el capital humano y la infraestructura para expandir su rol en la manufactura farmacéutica y convertirse en un centro logístico clave para EE. UU. Sin embargo, para capitalizar esta oportunidad y atraer más inversión, la industria señala la necesidad de agilizar la permisología gubernamental y establecer nuevos incentivos claros.
La viabilidad de esta transformación se sustenta en la experiencia de décadas y la fuerte inversión de compañías globales que ya están expandiendo sus operaciones en la isla.
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Según la licenciada Paula Dolores Espada, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Puerto Rico (CFPR), el pais cuenta con una base sólida de talento y experiencia que la industria farmacéutica requiere, lo cual es considerado uno de sus mayores activos.
“Han sido por más de 50 años un centro de manufactura proveyendo servicios y productos al mundo entero. Definitivamente Puerto Rico tiene el capital humano porque tenemos los farmacéuticos, ingenieros, químicos, microbiólogos y otros especialistas que se necesitan para poder llevar a cabo las funciones de una manufacturera farmacéutica” , expresó.
Asimismo, señaló que las universidades han adaptado sus currículos para satisfacer las necesidades del sector, incluyendo cursos en control de calidad, desarrollo de productos y asuntos regulatorios, además de ofrecer internados con compañías líderes como Eli Lilly.
“Tenemos la estructura, tenemos la pericia, para poder obtener más industria en Puerto Rico” , añadió.
Inversiones y expansión del sector
La confianza en el ecosistema farmacéutico de Puerto Rico se demuestra con recientes y significativas inversiones de las principales compañías, lo que respalda la posibilidad de convertirse en un hub más grande.
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Lo que se ha manifestado en significativas inversiones recientes y expansiones operacionales. Destacan la inversión de Eli Lilly, que está destinando $1.2 mil millones de dólares a su planta en Carolina, y la de Amgen, con una inversión de $650 millones de dólares en su complejo de Juncos.
Además, otras compañías están fortaleciendo su presencia, como la expansión de Melissa Manufacturing en Fajardo y la de Neopharma en Caguas, que invirtió aproximadamente $16 millones de dólares. Estas cifras demuestran un compromiso financiero tangible con el futuro de la manufactura biofarmacéutica en la isla.
Del mismo modo, un hub farmacéutico consolidado en Puerto Rico podría aumentar significativamente la redundancia farmacéutica para Estados Unidos, un punto clave de seguridad nacional. Al descentralizar la producción de otras regiones geográficas (particularmente fuera de EE. UU.) y concentrarla en Puerto Rico (jurisdicción de EE. UU.), se mitigan los riesgos de interrupciones en la cadena de suministro por desastres naturales, problemas geopolíticos o crisis de salud global.
En adición, el movimiento serviría para propulsar la economía, con la creación de empleos para los puertorriqueños.
"Eso traería miles. Le daría empleo a miles de personas en Puerto Rico", declaró.
Desafíos clave
A pesar de las fortalezas inherentes de Puerto Rico, Espada enfatiza que la acción gubernamental es crítica para facilitar la expansión del sector farmacéutico y superar las actuales barreras de entrada. Tras la expiración de la Sección 936 del Código de Rentas Internas de EE. UU. (la ley que mantuvo a la mayoría de las farmacéuticas en la isla hasta el año 2005), la clave para asegurar nuevas inversiones y crecimiento reside en la capacidad del gobierno para ofrecer nuevos incentivos atractivos que sustituyan aquel beneficio fiscal.
"Se le tienen que brindar incentivos y el gobierno es el único que puede hacer eso”, puntualizó.
Actualmente, la Ley 60 es el incentivo que ofrece Puerto Rico para la exportación de manufactura elegible. A su vez indicó que el proceso burocrático de permisología del gobierno es una preocupación latente.
"Necesitamos la permisología del gobierno de Puerto Rico para agilizar los permisos, los trámites y para así mostrar el interés de ver a poder facilitar la expansión del sector", abundó.
El Colegio de Farmacéuticos mantiene una colaboración constante con el gobierno, principalmente a través del Departamento de Salud, para asegurar que la industria cumpla con las leyes establecidas y aportar a la discusión sobre el desarrollo del sector.
